Se pone a remojo el bacalao como se ha dicho; pasado el tiempo se saca del agua y se escama con mucho cuidado para no estropearle la piel.
En una sartén con abundante aceite se fríen los ajos picados; cuando están dorados se añade el laurel en trozos pequeños, el pimentón y vinagre, se remueve bien y se vierte sobre el bacalao, que estará en una cazuela o fuente de horno con la piel hacia abajo; se comprueba de sal, se deja cocer a fuego fuerte durante un cuarto de hora, sacudiendo la cazuela de vez en cuando para que no se agarre el bacalao al fondo.
Se sirve inmediatamente.
Una excelente receta con el bacalao. Debe quedar con abundante salsa. Se...
Las albóndigas deben ser del tamaño de una nuez grande. Se sirven...