En una cazuela de barro se ponen la cebolla, zanahoria, los ajos y perejil picados, una hojita de laurel, un poco de tomillo, el vino y unos granos de pimienta; se coloca en este adobo el trozo de carne, dejándolo de dieciocho a veinte horas, dándole vueltas de vez en cuando.
En una cazuela se funde la manteca; ya caliente se pone en ella la carne que se dorará por todos los lados, se le añade algo del jugo del adobo y sal, dejándola ir asando a fuego más bien lento; se debe de procurar no pincharla y darle la vuelta de vez en cuando.
Ya tierna la carne, tardará una hora aproximadamente, se saca, se envuelve en pan molido y perejil picado y se mete de nuevo al horno hasta dorar el rebozo. En la cazuela donde se ha asado se pone el resto del líquido del adobo y se hierve por espacio de cinco o seis minutos.
La carne fuera del horno se parte en lonchas, se le da la forma primitiva, se baña con unas cucharadas de salsa o jugo, presentando el resto en salsera.
Se adorna con puré de patata, tiras de pimientos si se desea, y se sirve.
Esta es una receta para cocinarla en casa, ideal para un menú familiar.
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