Se pone al baño María un tarro de mermelada de albaricoque del tamaño deseado —para seis personas va bien uno de kilo— con tres o cuatro cucharadas de azúcar; se deja hervir lentamente hasta que se pone espeso, sin dejar de removerlo con cuchara de madera para que no se agarre al fondo.
Cuando espesa se retira y se vierte sobre una fuente honda o plato de postre; se espolvorea con canela molida y se sirve acompañada con bizcochos.
Esta mermelada sirve, también, para bañar tartas o pasteles. Tarda unos veinte minutos en espesar.
Estos deliciosos buñuelos se hacen con harina de trigo bañados con miel...