Se pica el jamón muy menudo y se mezcla con la carne, se sazona de ajo, perejil y un poco de vino blanco, dejándolo reposar un rato; después se sazona de sal, teniendo en cuenta que el jamón ya lo tiene, y con la ayuda de harina se van formando unas bolas que se aplastan.
En el centro de cada uno de ellos se coloca una tira de pimiento y otra de huevo cocido, se envuelven formando un filete alargado, se rebozan en harina, huevo batido y pan molido, friéndolos hasta que queden dorados.
Se pueden servir solos o con una salsa rubia o de tomate.
Esta es una receta tradicional ecuatoriana es muy fácil de preparar.
La lengua de res aporta su profundidad de sabor a este plato típico.