Se separan las yemas de las claras y éstas se baten a punto de nieve, añadiéndoles después el azúcar, las yemas y, por último, la harina, que se introduce con cuidado para que no bajen las claras; se vierte el preparado en un molde redondo untado de mantequilla y con un disco de papel en el fondo también untado; se pone a cocer a horno medio fuerte durante quince o veinte minutos.
Entretanto se bate la mantequilla y se le va añadiendo el café, que se ha cocido con el azúcar, formando un almíbar; el café puede ser en polvo disuelto en el almíbar.
Ya el bizcocho cocido, se desmolda y se deja enfriar, partiéndolo en tres capas que se van rellenando con la crema de café preparada, reservando una cantidad para cubrir el pastel con la ayuda de la espátula de goma y cubriéndolo muy bien y muy uniforme. Se espolvorea con las almendras picadas y se mete en la nevera hasta el momento de servirlo.
Licor dulce.