Esta es una receta de postre clásica de la cocina española, ideal para servirla acompañando cualquier menú. |
Se
separan las yemas de las claras y éstas se baten a punto de nieve, añadiéndoles
después el azúcar, las yemas y, por último, la harina, que se introduce con
cuidado para que no bajen las claras; se vierte el preparado en un molde
redondo untado de mantequilla y con un disco de papel en el fondo también
untado; se pone a cocer a horno medio fuerte durante quince o veinte minutos.
Entretanto
se bate la mantequilla y se le va añadiendo el café, que se ha cocido con el
azúcar, formando un almíbar; el café puede ser en polvo disuelto en el almíbar.
Ya
el bizcocho cocido, se desmolda y se deja enfriar, partiéndolo en tres capas
que se van rellenando con la crema de café preparada, reservando una cantidad
para cubrir el pastel con la ayuda de la espátula de goma y cubriéndolo muy
bien y muy uniforme. Se espolvorea con las almendras picadas y se mete en la
nevera hasta el momento de servirlo.