Las manos de ternera se pueden comprar ya limpias y partidas al medio. De todas formas se lavarán bien, dejándolas en remojo en agua fría por espacio de una hora o más; a continuación se unen y se atan perfectamente con bramante para que no pierdan la forma; se ponen, como se ha indicado, en un puchero con agua fría al fuego, se hierven cinco minutos, después se sacan, se pasan por agua fría y se ponen de nuevo en el puchero con agua suficiente, una caña de perejil, una hoja de laurel, un trozo de cebolla y una cucharada de sal, dejándolas cocer despacio durante tres horas.
Entre tanto, en una cazuela con la manteca, se fríen los ajos, retirándolos una vez fritos y reservándolos; se echa sobre el aceite las cebollas picadas, se rehogan y se añade el tomate limpio y picado; se deja freír a fuego lento.
Se machacan los ajos en el mortero juntamente con los piñones, se licuan en un poco de caldo de la cocción de las manos y se junta con la cebolla y el tomate; por último, se añaden las manos de ternera, ya cocidas y deshuesadas, partidas en trozos; se sazonan con sal, dejándolas cocerse con la salsa unos quince o veinte minutos; en caso de quedar secas se les añade un poco del caldo de cocerlas.
Se pasan con toda la salsa a una fuente y se sirven bien calientes.
Esta receta consiste en freír hígados de cerdo, previamente adobado, y...