Limpia y escamada la lubina se coloca en una besuguera o fuente de horno, sazonándola con sal fina; se rocía con el zumo de un limón, se cubre con la cebolla picada fina y las patatas peladas partidas en rodajas muy finas.
Se pone el tomate alrededor, bien sea de lata o natural, pelado y limpio, partido en trozos, se espolvorea de sal, rodándola con aceite y un cuarto de litro, abundante, de vino blanco; se le pone la mantequilla en bolitas por toda la superficie; se mete a horno, no muy fuerte, por espacio de una hora.
Se sirve caliente en la misma fuente.
El ají de cuy es un tradicional plato ecuatoriano muy propio de la...