Preparación:
Las criadillas se lavan en agua fría y se les quita la piel que las envuelve; se parten al medio o en rodajas gruesas, se sazonan con sal y se ponen en una cazuela, a ser posible de barro, con aceite caliente y una hoja de laurel, friéndolas unos minutos.
En una sartén, con unas cuatro cucharadas de aceite, se fríen los ajos partidos en lonchas finas; cuando están dorados se les añade el pimentón, que puede ser picante, y el vinagre; se remueve muy bien vertiéndolo sobre las criadillas; se dejan cocer unos ocho o diez minutos.
Se sirven calientes en la misma cazuela.