Se ponen, una vez cocidos todos los ingredientes, en una botella tapada con un corcho y atravesado éste por una paja.
Se abre el cordero en canal; se atraviesa de arriba abajo con un hierro y las patas se separan con un palo, travesaño; se prepara el fuego, de leña de roble a ser posible, y se coloca el cordero a veinte centímetros de distancia del fuego, aproximadamente, y a una altura del suelo de unos treinta centímetros; todo depende de la madera.
Se rocía de vez en cuando con el líquido de la botella, al mismo tiempo que se va girando para darle vueltas y asarlo por igual.
En su punto se retira; se va cortando en grandes trozos y se presenta en la mesa sobre fuentes; se puede completar con una ensalada de tomate y lechuga.
Los ingredientes se machacan después de cocidos para lograr una pasta muy fluida.
Esta sopa es ideal para acompañar un menú casero, a compartir con los...
Zarzuela exquisita con ingredientes deliciosos. Se sirve adornado con...