Se cuece el pescado deseado, que puede ser merluza, mero, rape, congrio, etc.
Ya cocido, se desmenuza, quitándole la piel y espinas; se puede preparar, también, con pescado sobrante de otra comida.
Con setenta gramos de mantequilla, la harina y la leche se prepara una bechamel; se sazona, y ya cocida se le añade el picadillo de pescado, se mezcla todo bien y se van echando pequeñas porciones en las conchas —son muy apropiadas, como ya se ha indicado, las de vieiras—, previamente untadas con aceite fino o mantequilla; se espolvorean con el queso y pan rallado, rodándolas con la mantequilla restante derretida, completando así la concha; se meten a horno fuerte a gratinar unos cuatro o cinco minutos; se sirven seguidamente, colocando las conchas sobre un plato.